Cuando Sevilla era mar

La ciudad de Sevilla es conocida por su rica historia y su patrimonio cultural. Sin embargo, muchas personas desconocen que en algún momento de su pasado, esta ciudad del sur de España fue una ciudad costera que se asomaba al mar. En este artículo, exploraremos la historia de Cuando Sevilla era Mar.

Cuando Sevilla era mar: Una Exploración Antropológica

En la actualidad, el paisaje que rodea a Sevilla es un reflejo de su historia geológica. Hace millones de años, antes de que existiera el Estrecho de Gibraltar, la conexión entre el Atlántico y el Mediterráneo se realizaba a través de dos estrechos que hoy en día han desaparecido. Uno de ellos era el Estrecho Surrifeño, que se extendía por el actual territorio de Marruecos, y el otro era el Norbético, que formaba parte de la Cuenca del Guadalquivir.

Durante esa época, desde Huelva hasta Baleares, todo era mar, incluyendo el término de la actual Alcalá. El empuje tectónico entre las placas Africana y Euroasiática levantó las cordilleras y rellenó las cuencas con materiales de las mismas y sedimentos marinos, un proceso conocido como la Crisis de Salinidad Messiniense. Este episodio geológico tuvo como consecuencia la práctica desecación del Mediterráneo, lo que significa que hace entre siete y cuatro millones de años, Sevilla no existía como tierra firme. Por lo tanto, no es sorprendente que los sedimentos de sus tierras contengan fósiles marinos.

Entre los fósiles marinos encontrados en Sevilla, hay uno que destaca por su singularidad: una ballena (Balaenopteridae del Messiniense) descubierta hace tres décadas en Alcalá de Guadaira. Hace seis millones de años, era común el tránsito de tiburones y cetáceos por la cuenca del actual Guadalquivir, que entonces era un mar conocido como el Estrecho Norbético.

Poco después, se produjo la Crisis Salina del Messiniense, un periodo en la historia geológica del Mediterráneo caracterizado por la acumulación masiva de sal en su fondo y que probablemente incluyó un periodo de desecación casi completa. Esta crisis terminó con la inundación masiva del Mediterráneo por aguas Atlánticas hace unos 5,33 millones de años, a través del actual Estrecho de Gibraltar.

Se cree que en Gibraltar se produjo una enorme catarata de aproximadamente un kilómetro de altura, más alta que el salto de agua más grande del planeta, el Salto del Ángel con 979 metros. A través de ella, se estima que pasó un caudal de unos 100 millones de metros cúbicos por segundo, unas 500 veces el caudal del río Amazonas. Debido a esto, el Mediterráneo se llenó en tan solo dos años, con una tasa de subida del nivel estimada en 7 metros por día. Fue, sin duda, una gran inundación.

Es posible que la ballena descubierta en Alcalá de Guadaira quisiera darse un último paseo por las Baleares antes de que ocurriera todo esto. Los restos fósiles de la ballena se pueden ver en el Museo de Alcalá de Guadaira, y en el siguiente enlace, los paleontólogos responsables de la exposición muestran su descubrimiento.

También un impresionante video de la evolución del Mediterráneo hace 7 millones de años.

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